domingo, 7 de abril de 2013

Motivación de compra


¿Por qué compra el consumidor?
¿Por qué compra el consumidor?       Para satisfacer una necesidad
Es obvio que la respuesta a "¿por qué compra el consumidor?",  es con la finalidad de adquirir algo (producto o servicio) que precisa, es decir, para cubrir una necesidad. Debemos recordar que cada consumidor tiene su forma particular de satisfacerla.

Cuando un consumidor compra un artículo no lo hace por el producto en sí mismo sino por las ventajas o la utilidad que le proporciona. Es decir, que algo le impulsa a adquirir un artículo, ese algo es lo que se llama "móvil de compra".

El móvil no es siempre único, una compra puede tener varios móviles e incluso aparecer como contradictorios; a veces, ni el propio consumidor los conoce. Un mismo artículo puede proporcionar ventajas o servicios de diferente índole. Así, por ejemplo, al adquirir un vestido el consumidor no solo satisface la necesidad de cubrirse el cuerpo 
(abrigarse), sino que, además,  es un modo de expresión de sí mismo -la propia fantasía, lo revolucionario o lo convencional de cada uno, el deseo de no desentonar o de aparecer vestido a la "ultima", quedan expresados en la forma de vestir-, y del nivel social -las ropas caras y de marca o cuidadas y armoniosas dan la sensación de que quién las lleva pertenece a un nivel social elevado. También la adquisición de un vestido puede aportar al consumidor otro tipo de satisfacciones por su belleza, su comodidad o el gusto en general que proporciona a quien lo lleva.

Como podemos observar en la compra de un objeto cualquiera intervienen muchos móviles distintos, y es que las cosas nos sirven para satisfacernos a muchos niveles, desde los más básicos a los más elevados. Cuando estas satisfacciones son muchas, no son contradictorias y "valen la pena" del pago del precio, el consumidor compra.

La motivación de compra

Las motivaciones representan las causas por las que el consumidor toma decisiones. La motivación es la suma de una necesidad más la capacidad de selección.

Podemos distinguir dos grupos de motivaciones de compra, que al igual que en un iceberg, están a la vista o escondidas, la importancia de estas últimas (motivaciones escondidas) es mayor en la decisión de compra del consumidor.

*Motivaciones racionales
- Servicios que da el producto:
-Utilidad
-Ahorro
-Rendimiento
Atributos del producto y ventajas indirectas que pueden crearse.
*Motivaciones psicológicas
- Expresiones de ego:
-Afirmación personal
-Satisfacción
- Actitudes de la persona:
-Deseo
-Curiosidad

En los hábitos de compra del consumidor intervienen factores culturales, sociales, personales y psicológicos. 

Las motivaciones racionales están ligadas a una necesidad latente, que "despertamos" mediante la comunicación comercial, y "dirigimos" hacia un producto concreto. Las motivaciones psicológicas representan el "matiz diferenciación" de cada persona en actitud hacia un producto.

Generalmente las motivaciones de compra coinciden y se confunden con las de uso:
¿Por qué compra el consumidor?
En los hábitos de compra del consumidor intervienen factores culturales, sociales, personales y psicológicos

En el proceso de compra de un producto nos surgen las siguientes figuras:
-Vendedor: Cliente del fabricante/ intermediario, actúa en el acto de compra-venta con presión e información.

-Comprador: Actúa en el acto de compra-venta como demandante producto e información. Cliente del vendedor.

-Consumidor: Cliente del jefe de producto. Actúa como destructor del producto.
-Prescriptor: Persona/ medio inductor. Sugiere marca o características del producto. 
La participación de estas figuras es diferente según sea el producto o el mercado. Lo que realmente nos interesa es saber ¿quién es?  Esta pregunta solo podemos contestarla en cada mercado y en un momento concreto. Para la empresa es importante conocer el decisor y determinar como toma la decisión de compra:

- Razonada: Previo análisis de factores concurrentes. Influyen motivaciones racionales y psicológicas.
- Por impulso: Sin comparar precios, calidades o ventajas. Influyen motivaciones psicológicas.

Proceso de decisión de compra

La compra de un producto o servicio por parte de un consumidor no se puede considerar como un hecho aislado, su actuación dependerá del resultado de un proceso que irá más allá de la propia compra. Este proceso está formado por una serie de etapas:


Un cliente satisfecho "comunica" su satisfacción, solo cuando proceda, alrededor de un 4%, mientras que un cliente insatisfecho "comunica" su insatisfacción, constantemente, un mínimo del 20%. Esto se denomina "mancha de aceite", lo que supone que la insatisfacción de nuestro cliente se expande peligrosamente en todos los entornos sociales en que nuestro cliente se comunica, con lo que la comunicación negativa hacia nuestro producto y/o marca es notable.

Proceso de post-compra

Después de darse un proceso de compra por parte del consumidor, podemos encontrarnos con las siguientes situaciones:

- Incertidumbre

-El consumidor duda de si la compra es  no es acertada. Estas dudas pueden venir motivadas por la inconsistencia del producto, y no se cumplan las expectativas que se había proyectado sobre él. El factor precio influye. Cuanto más caro sea el producto la duda sobre si el producto es acertado se acentúa.

- Agrado y fidelización

-El consumidor se siente satisfecho cuando el producto solventa sus necesidades. Entonces es el momento de consolidar su actitud hacia la marca, la establecerá como marca preferirá, y se sentirá comprometido con ella. Volverá a repetir la compra de la marca, desarrollando lealtad hacia la misma.

- Lealtad
-Un consumidor es leal cuando compra la misma marca para satisfacer una necesidad. La principal causa de la fidelidad y lealtad a una marca es la satisfacción post-compra manifestada. Tampoco debemos olvidarnos de los nexos emocionales del consumidor.

Punto de venta


La mercadotecnia en el punto de venta, más conocida como publicidad en el punto de compra, atrae a los consumidores en el lugar donde están comprando. 
En otras palabras, la mercadotecnia de punto de venta (PDV) tienta a los consumidores para que compren más productos o servicios de los que iban a comprar una vez que se encuentran en la caja. 
La mercadotecnia de punto de venta utiliza la exposición para atraer a los compradores, desde señales a carteles hasta cupones de descuento y videos con publicidades en la caja registradora. Sin importar el tipo de exposición que se utilice, la mercadotecnia PDV generalmente impulsa las ventas.
Tipos


Las exposiciones de punto de venta tienen muchos estilos y formas, pero sin importar el tipo de exposición siempre llaman la atención y atraen a las personas. 
Las exposiciones y señalizaciones tradicionales son las que más se usan en las tiendas hoy en día. Esta clase de exposición de PDV incluye señalizaciones específicas en el mostrador, puestos, cupones y carteles. 
Las señalizaciones digitales surgieron a finales de la década del 2000 y reemplazaron muchas tácticas de exposición imprentas. Las muestras gratis o descuentos tentadores y ofertas especiales suelen ir de la mano de las exposiciones de PDV.

La marca 2do. Parcial

La marca



Es una de las variables estratégicas más importantes de una empresa ya que día a día adquiere un mayor protagonismo. No hay que olvidar que vivimos actualmente una etapa bajo el prisma del marketing de percepciones y por tanto resalta la marca frente al producto. 


Para estar bien posicionados en la mente del consumidor y en los líderes de opinión, la marca de nuestra compañía debe disfrutar del mayor y mejor reconocimiento en su mercado y sector.

Según la Asociación Americana de Marketing, marca es un nombre, un término, una señal, un símbolo, un diseño, o una combinación de alguno de ellos que identifica productos y servicios de una empresa y los diferencia de los competidores. 

Pero, la marca no es un mero nombre y un símbolo, ya que, como comentaba anteriormente, se ha convertido en una herramienta estratégica dentro del entorno económico actual. Esto se debe, en gran medida, a que se ha pasado de comercializar productos a vender sensaciones y soluciones, lo que pasa inevitablemente por vender no sólo los atributos finales del producto, sino los intangibles y emocionales del mismo.

Cada vez los productos se parecen más entre sí y es más difícil para los consumidores distinguir sus atributos. La marca es, además del principal identificador del producto, un aval que lo garantiza situándolo en un plano superior, al construir una verdadera identidad y relación emocional con los consumidores. 


Podríamos decir que la marca se forma por la unión de dos factores:

La identidad corporativa y la imagen corporativa



La diferencia entre una y otra es que la primera se sitúa en el plano del emisor y la segunda en el del receptor.


El diseño de la identidad corporativa queda recogido en un manual tras un proceso meditado de análisis, desarrollo y estudio del conjunto de valores y creencias que conforman la personalidad de la empresa. Todo ello plasmado en un logo-símbolo, es decir, en una tipografía determinada (logotipo) y en la imagen o recursos gráficos que la acompañan (anagrama).

Para la elaboración del manual de identidad corporativa conviene plantearse:

¿Qué se quiere transmitir? Lo primero, hay que determinar cuáles son los valores con los que se desea que se identifique a la empresa. Para ello, hay que analizar factores como el sector en el que actúa, la competencia, los puntos fuertes que valoran los clientes, etc.

¿Cómo se va a transmitir? Esto implica elegir el nombre y los símbolos que acompañarán a la marca. Teniendo en cuenta que ésta representará a la empresa a lo largo de su vida, su atractivo deberá perdurar a lo largo del tiempo.



El logotipo o nombre es quizá lo más importante porque, al final, es por lo que la empresa va a ser reconocida y diferenciada. Éste debe ser breve, sencillo, fácil de pronunciar y con buena sonoridad. Además, tiene que aportar grandes dosis de asociación y evocación.


Por lo que se refiere a la imagen de marca, es el valor que percibe el mercado de ella y se forma como resultado acumulativo de todos los mensajes que emite la empresa.

Para conseguir un buen posicionamiento y una imagen positiva es fundamental que todos los mensajes emitidos a través de la empresa y sus productos estén controlados, sean coherentes entre sí, y comuniquen una idea de empresa previamente formulada en función de sus objetivos estratégicos.

De una correcta gestión de ambos elementos depende en gran medida conseguir la notoriedad y la diferenciación que se pretende.

Es decir, evitar que seamos uno más, y situarnos dentro de las marcas reconocidas y preferidas por el consumidor.

Actualmente Coca-Cola es, según el informe Interbrand, la marca más reconocida y valorada en el mercado con un valor superior a los 68.000 millones de dólares, la marca española Zara es, en principio, la única de nuestro país que se encuentra dentro del ranking de las 100 primeras.

Para construir una marca poderosa, no sólo hay que tener un buen producto y capacidad creativa, sino que habrá que:

  • Crear un nombre fácil de memorizar, aunque a veces la realidad nos demuestre lo contrario.
  • Alcanzar un alto nivel de identidad visual.
  • Emitir emociones y sensaciones que simbolicen lo que el mercado espera de la marca.
  • Tener adaptabilidad a todos los elementos de la empresa y diferentes mercados.
  • Destacar una sola idea del producto o la empresa en todas las áreas de comunicación.
  • No desarrollar una campaña publicitaria complicada que dificulte al consumidor memorizar la marca.
  • Organizar un sistema comercial eficaz y un efectivo departamento de atención al cliente.
  • Alcanzar buen posicionamiento en la red.

Ventajas de crear una marca fuerte y consolidada:


  • Diferenciación frente a la competencia.
  • Los costes de marketing se reducen puesto que la marca ya es conocida.
  • Mayor facilidad en la venta de los productos a la distribución porque los consumidores esperan encontrar esa marca.
  • Permite subir los precios por encima de la competencia porque los consumidores perciben la marca de mayor calidad.
  • La empresa puede crecer más fácilmente porque el nombre de la marca encierra gran credibilidad.
  • La marca ofrece una defensa frente a la competencia de precios.